BCN informa sobre el Estado de la Economía y Perspectivas al primer semestre 2016.
El Banco Central de Nicaragua (BCN) publicó el 29 de
agosto de 2016 el Informe Estado de la Economía y Perspectivas al cierre del
primer semestre 2016.
El informe destaca que al primer semestre de 2016, la
actividad económica continuó presentando un desempeño sólido. El PIB trimestral
registró un crecimiento interanual de 4.1 por ciento en el primer trimestre del
año, sustentado en el comercio, agricultura, servicios de intermediación
financiera y hoteles y restaurantes. Mientras que el Índice Mensual de
Actividad Económica reflejó un mayor ritmo, presentando un crecimiento
acumulado de 4.6 por ciento determinado por los sectores comercio, agricultura,
pecuario e industria manufacturera, y en menor medida por la construcción. Por
el lado de la demanda, los bajos precios del petróleo continuaron favoreciendo
el ingreso disponible y dinamizando el consumo y la inversión, aunque el
debilitamiento en las exportaciones lo contrarrestaron.
El mercado laboral continuó dinámico. La tasa de
crecimiento del empleo del INSS creció interanualmente en 11.4 por ciento,
ubicándose en 819,436 la cantidad de asegurados. La generación de energía
eléctrica, que es otro indicador correlacionado con el PIB, creció en 6.2 por
ciento, con una participación del 51.2 por ciento en generación renovable.
El dinamismo de la actividad económica fue acompañado por
un desempeño estable de los precios. Durante el primer semestre del año, la
inflación se mantuvo relativamente baja, presentando una tasa acumulada a junio
de 2.1 por ciento. A julio, la tasa interanual se ubica en 4.1 por ciento, por
debajo del rango inicialmente proyectado para 2016 que se ubicó entre 5.0 por
ciento y 6.0 por ciento. La inflación subyacente, que mide la tendencia
estructural, o de largo plazo, presenta una tendencia a la baja, ubicándose en
4.0 por ciento, estando determinada por el menor crecimiento en los precios de
los bienes no transables. La evolución de los precios internos ha estado
influida por los bajos precios internacionales del petróleo que abaratan los
costos de transporte, la baja inflación internacional que inciden a la baja en
los precios de los bienes importados y por un adecuado abastecimiento de
alimentos que mantiene los precios estables.
Los resultados económicos continuaron respaldados por
políticas macroeconómicas prudentes, tanto en el ámbito fiscal como monetario.
Los resultados acumulados a junio de 2016 del Gobierno
Central reflejaron una conducción prudente y equilibrada de las finanzas
públicas. Los ingresos del Gobierno Central crecieron en 18.0 por ciento, una
tasa mayor que la prevista, mientras el gasto total creció en 17.1 por ciento,
lo que resultó en un mayor superávit con relación al registrado en igual
período de 2015. El mayor ahorro fiscal ha favorecido la reducción del saldo de
deuda pública, el que se ubicó en 45.0 por ciento del PIB.
La política monetaria ejerció presencia en los mercados de
liquidez para estabilizar los excedentes originados en la primera parte del
año, los cuales estuvieron inducidos por las redenciones de BPI´s, ocasionando
mayores ventas de divisas en el mercado cambiario. Las operaciones de mercado
abierto del BCN conllevaron a una colocación neta por 1,603.5 millones de
córdobas, contribuyendo así a una adecuada posición de Reservas Internacionales
Brutas (RIB), las que al mes de junio se ubicaron en 2,458.9 millones de
dólares, garantizando una cobertura de 2.7 veces la base monetaria y de 4.9 meses
de importaciones. A julio, las reservas internacionales brutas se ubicaron en
2,460.2 millones de dólares, guardando la correspondencia con el Programa
Monetario.
Por su parte, la actividad del sector financiero a junio
continuó con su tendencia robusta y positiva. En este sentido, la cartera de
crédito mantuvo un dinamismo favorable, creciendo interanualmente en 23.2 por
ciento. Mientras que los depósitos crecieron en 11.2 por ciento, aunque de
forma desacelerada. Adicionalmente, los indicadores de rentabilidad y solvencia
de las instituciones financieras se mantuvieron robustos, presentándose una
rentabilidad sobre el patrimonio del 20.9 por ciento, una rentabilidad sobre
activos del 2.3 por ciento y una cartera vencida del 1.0 por ciento.
El desempeño de los sectores vinculados a las
exportaciones de mercancías continuó afectado por un entorno internacional
menos favorable en términos de precios y de demanda externa. Las exportaciones
de mercancías se ubicaron en 1,172.1 millones de dólares, presentando una
reducción interanual de 12.5 por ciento. No obstante, las exportaciones de Zona
Franca se ubicaron en 1,288.9 millones de dólares, presentando un crecimiento
interanual de 12.6 por ciento, destacándose la participación de los textiles,
arneses para vehículos y tabaco, principalmente.
Las importaciones de mercancías, aun cuando crecen
ligeramente, reflejaron el dinamismo de la actividad económica. Las
importaciones de mercancías totalizaron 2,902.2 millones de dólares, con un
crecimiento interanual de 1.6 por ciento. Lo determinante ha sido el
crecimiento de las importaciones de consumo, bienes intermedios y de capital
que crecieron en 6.9 por ciento. Mientras que las importaciones petroleras se
ubicaron en 294.7 millones de dólares, presentando una reducción de 29.3 por
ciento.
Por su parte, los flujos de remesas recibidas por
nicaragüenses del exterior continuaron creciendo, acumulando 608.4 millones de
dólares, un 4.7 por ciento superior respecto a mismo período de 2015.
El contexto general
indica que continúa el crecimiento económico y del empleo. El país cuenta ahora
con mayor capacidad para enfrentar problemas del entorno, como la
desaceleración de la economía mundial, los bajos precios de materias primas o
problemas particulares en los sectores internos.
Un factor determinante de un mayor crecimiento económico
en 2016 será la regularización del régimen de lluvias, lo que parece estar
ocurriendo. Un buen invierno producirá aumentos importantes en el sector
agrícola, pecuario y pesca, que aumentarán la oferta de alimentos y de
exportación, favoreciendo así una mayor estabilidad en el abastecimiento y los
precios.
No obstante, el entorno internacional aún se vislumbra
adverso. Los precios internacionales de las materias primas continúan deprimidos,
aunque se han observado recuperaciones en el oro, café y azúcar, que, de
sostenerse, podrían favorecer nuestras exportaciones. Sin embargo, la
recuperación de Estados Unidos aún no se ha terminado de consolidar, China está
experimentando una desaceleración en su crecimiento, Europa está enfrascada en
políticas activas para salir de la recesión y América Latina decrecerá en 0.8
por ciento.
Por los anteriores elementos, el Banco Central ha decidido
mantener su proyección de crecimiento del PIB para 2016 entre 4.5 y 5.0 por
ciento. Este dinamismo continuará soportado por las actividades de comercio,
agropecuario, servicios e industria, este último derivado de la recuperación de
las exportaciones de Zonas Francas.
Asimismo, con base en la menor evolución de la inflación
internacional e interna, y debido a que los precios del petróleo han estado por
debajo de la proyección inicial de 56 dólares promedio por barril, se revisó
hacia la baja la estimación de la inflación, la que ahora se proyecta entre 4.5
y 5.5 por ciento.
Por otro lado, se espera que el déficit del Gobierno
Central se ubique cercano al 1.0 por ciento del PIB. A nivel del Sector Público
no Financiero, el déficit después de donaciones se ubicará en alrededor del 2.0
por ciento del PIB, en el que resulta determinante la activación del gasto de
capital.
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