Magistrado Solís Cerda insta a fortalecer integración regional del sistema de justicia penal.
Un llamado a fortalecer el modelo de cooperación e
integración regional entre las instituciones que conforman el sistema de
justicia penal centroamericana y del Caribe, hizo el magistrado de la Corte
Suprema de Justicia, doctor Rafael Solís Cerda, al inaugurar el Taller
Intersectorial Regional “Tendencias, nuevas formas y métodos de criminalidad
organizada como una amenaza a la seguridad soberana de la región”.
El doctor Solís Cerda dirigió el mensaje inaugural en
nombre del presidente de la República, Daniel Ortega Presidente Pro Tempore del
Sistema de Integración Centroamericana (SICA); y de la Corte Suprema de
Justicia.
“La seguridad individual y pública de la región debe
unificarse en un esfuerzo conjunto para combatir el narcotráfico y crimen
organizado y retomar la fuerza de sus respectivos planes de seguridad”, dijo el
magistrado Rafael Solís Cerda.
El magistrado Solís Cerda recalcó en la necesidad de
fortalecer la integración regional, estimulando el intercambio de experiencias
exitosas entre funcionarios policiales, jueces y fiscales de la región de
Centroamérica y El Caribe.
“Con el inicio de este taller nos proponemos estimular el
intercambio de experiencias sobre las nuevas tendencias y métodos de
criminalidad que atentan sobre la seguridad de la región, pues las nuevas
amenazas se manifiestan cada vez con mayor dinamismo y si no las frenamos
tempranamente su peligrosidad tiende a ir en aumento”, aseguró el funcionario
judicial.
Recordó que el riesgo de proliferación de los métodos de
criminalidad crecen constantemente, multiplicando su capacidad de acción y por
ende, el daño desestabilizador.
“En Centroamérica y El Caribe, y en particular los países
del Triángulo Norte (El Salvador, Guatemala y Honduras), se viven a diario
niveles de violencia extremos, agravados por la delincuencia organizada
transnacional y el tráfico de drogas. Por consiguiente, no cabe duda de que
estos problemas transnacionales constituyen desafíos capitales para nuestros
países de la región”, dijo el doctor Solís Cerda.
El magistrado Rafael Solís Cerda (al centro), con
funcionarios policiales, jueces y fiscales de la región de Centroamérica y El
Caribe participantes en el Taller Intersectorial Regional.
Las redes criminales y sus actividades amenazan la
estabilidad, socavan las instituciones democráticas y perjudican la actividad
económica tan importante para nuestra región. Todas estas cuestiones son
evidentes tanto en Centroamérica como en el Caribe, señaló el magistrado.
“La seguridad individual y pública de la región debe
unificarse en un esfuerzo conjunto para combatir el narcotráfico y crimen organizado
y retomar la fuerza de sus respectivos planes de seguridad”, agregó.
Los gobiernos necesitan crear sistemas de justicia penal
efectivos, humanos y eficientes. Sobre todo, se tiene que tener claro y
definido la relación entre el desarrollo, la aplicación de la ley y la
seguridad, acotó.
“Las drogas y el crimen también son un problema de
desarrollo, y la estabilidad se puede promover mediante el respeto de los
derechos humanos y el acceso a la justicia”, dijo el funcionario judicial.
Es por eso, agregó que “debemos comprometernos a trabajar
en estrecha colaboración todos los países de la región para consolidar
instituciones democráticas sólidas, que garanticen los derechos humanos, el
desarrollo económico, social y la estabilidad”,.
“El objetivo de este Taller es crear y establecer un
espacio de dialogo, intercambio y aprendizajes en los diferentes actores
vinculados al sistema de justicia penal en la región inculcándoles el espíritu
de colaboración, participación e inclusión con un enfoque integracionista para
la desarticulación conjunta de estructuras criminales que se vinculan al
narcotráfico y crimen organizado en la Región Centroamericana y El Caribe”,
concluyó el magistrado Rafael Solís Cerda.
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