Concluye con éxito la XIX Cumbre Judicial Iberoamericana.
Se aprobaron 24 productos para fortalecer los sistemas de
administración de justicia en la región.
Con la aprobación de 24 productos para fortalecer los
sistemas de administración de justicia en la región, las presidentas y
presidentes de las Cortes, Tribunales Supremos de Justicia y Consejos de la
Judicatura o Magistratura de 22 países, concluyeron este 20 de Abril la
Asamblea Plenaria de la XIX edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana, en
Quito, capital de la república del Ecuador.
La presidenta de la Corte Suprema de Justicia, magistrada
Alba Luz Ramos Vanegas, firma la Declaración de Quito, con la cual concluyó la
XIX edición de la Cumbre Judicial Iberoamericana.
La presidenta de la Corte Suprema de Justicia, magistrada
Alba Luz Ramos Vanegas, representó a Nicaragua en este encuentro internacional,
que a lo largo de estos encuentros ha producido importantes resultados, como el
Código Iberoamericano de Ética Judicial, las reglas de Brasilia sobre acceso a
la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad, y las
recomendaciones en materia de transparencia, rendición de cuentas e integridad
de los sistemas de justicia.
Otros resultados de la Cumbre Judicial son la Comisión de
Métodos Alternativos de Resolución
de Conflictos, los Tribunales
de Tratamiento de Drogas y la Comisión de Género y Acceso a la
Justicia, entre otras. Todas estas estructuras y productos contribuyen a
consolidar la identidad de este espacio Iberoamericano y su vocación para
introducir mejoras en la administración de justicia y servir mejor a los
ciudadanos de nuestros países.
Entre los 24 productos aprobados en la reunión de Quito,
destacan el decálogo iberoamericano de justicia juvenil restaurativa; la
declaración judicial iberoamericana
sobre justicia ciudadana y
participativa; los estándares de justicia juvenil restaurativa en la
implementación de medidas no privativas de libertad y medidas alternativas al
proceso penal juvenil; y el protocolo para la estructura y redacción de
sentencias.
Otros productos aprobados en la Cumbre Judicial fueron el
protocolo para la dirección de actuaciones judiciales orales; el perfil del
juez y modelo de formación; el portafolio de herramientas de gestión Judicial a
través de medios electrónicos como apoyo a juezas y jueces en el sistema oral;
el manual identificador de la jurisprudencia de Iberoamérica; el protocolo
Iberoamericano de justicia en audiencia y guía de buenas prácticas; el
protocolo y guía de buenas prácticas en materia de extinción de dominio; las
recomendaciones sobre ciberseguridad o ciberdelincuencia; y el
compendio normativo sobre ciberdelincuencia.
La presidenta del Poder Judicial nicaragüense, durante los
trabajos de la Cumbre Judicial Iberoamericana.
Factor de cohesión social
Las y los participantes en la Cumbre declararon “nuestra
voluntad de seguir aunando esfuerzos para que los poderes judiciales
se erijan en
un factor de
cohesión social, igualdad, inclusión, no discriminación y de
afianzamiento democrático de nuestras sociedades”.
La Cumbre Judicial Iberoamericana es un órgano de
integración regional que funciona mediante reuniones preparatorias y rondas de
talleres, que concluyen con una reunión cada dos años, en la cual las más altas
autoridades de los sistemas de justicia aprueban los productos, documentos y
declaraciones ampliamente discutidas de previo.
Los resultados ponen de relieve “nuestro compromiso con la
modernización de la administración de justicia, la consideración esencial de
las personas y sus bienes jurídicos como eje primordial de la actividad de los
Poderes Judiciales, la modernización
tecnológica, el fortalecimiento de la formación judicial especializada y la
transformación de las estructuras organizativas, todo ello para afianzar la
independencia del poder judicial y coadyuvar a la eficiencia de la función
jurisdiccional”, manifiesta la Declaración de Quito.
Aspecto general del acto de clausura de la Cumbre Judicial
Iberoamericana, realizado en “La Capilla del Hombre”, espacio cultural
construido por el célebre pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.
Las y los asistentes a la cumbre, reafirmaron la voluntad
de seguir aunando esfuerzos para que los poderes judiciales
se erijan en
un factor de
cohesión social, igualdad, inclusión, no discriminación y de
afianzamiento democrático de nuestras sociedades.
La Asamblea Plenaria de esta cumbre fue un espacio para
suscribir declaraciones que enriquezcan y fortalezcan la eficiencia de la
función jurisdiccional, entre ellas el compromiso con
los objetivos de
desarrollo sostenible de la agenda 2030 de Naciones Unidas y los
principios jurídicos medioambientales para un desarrollo ecológicamente
sostenible.
También se renovaron comisiones como la de coordinación y
seguimiento, comisión de métodos
alternativos de resolución de conflictos; tribunales de tratamiento de droga y
alcohol; comisión iberoamericana de justicia medioambiental; de seguimiento a
las Reglas de Brasilia; iberoamericana de ética judicial y la comisión de
género y acceso a la justicia, entre otros.
El acta declaratoria finalizó con la aprobación del
Diccionario Panhispánico del Español Jurídico, en un esfuerzo conjunto
realizado por la Real Academia de la Lengua.
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